Mac estaba realmente sorprendida por lo que leyó en la carta; su abuela nunca había hablado de nadie que se llamara Derek Jefferson y mucho menos había dicho que había tenido una relación previa a la del abuelo pero bueno, no es como si su abuela hubiera andado por la vida contando detalles de su pasado, es mas, casi nunca hablaba de su vida antes del abuelo Mark.
Más curiosa que ansiosa, Mac tomo la segunda carta y la leyó
7 de enero de 1947
Mi amadísima Helena
Las razones que me atrajeron a Texas se han complicado mas de lo que te puedo decir por este medio, sé que voy a regresar a ti mas no se cuando.
Te pediría que te reunieras conmigo, pero es demasiado arriesgado para tu reputación y tu seguridad; solo espero poder verte pronto para poder ver en tu ojos esa ternura que llevas en el alma.
He tomado una decisión que debí haber consultado contigo antes pero se que me comprenderás, la situación es la siguiente: un entrañable amigo de toda la vida ha muerto en situación sospechosa y le sobrevive una hija menor de edad. Ella no tiene más parientes e iba a ser llevada a un orfanato si no la hubiera pedido en custodia.
Casi puedo verte frunciendo el ceño y diciéndome que tome una decisión precipitada pero te pido que me comprendas, el padre de esta chiquilla fue un hermano para mí y no podía dejar a su hija desamparada.
En su penosa situación, ella necesitara una figura femenina que la comprenda y la guíe en sus momentos de confusión, por lo que he pensado en ti como su mentora ¿me harías el gran honor de ser su guía?
Las implicaciones de tu responsabilidad, si es que la aceptas, las discutiremos a mi regreso.
Te amo más que a nada en mi vida
Derek Jefferson
Aunque Mac no tenia experiencia precisa en cartas de amor, era evidente que este personaje, Derek, estaba muy enamorado de su abuela, entonces ¿Qué había pasado? ¿Por qué no se habían casado?
Estas preguntas estuvieron rondando la cabeza de Mac hasta que llegó la noche y volvió a encontrarse con Savannah, quien se moría por conocer algún club nocturno o salón de baile.
-¿estas segura de esto?- le preguntó Mac a Savannah mientras se subían al automóvil de Mac
- Cien por ciento segura, tiene más de dos años que no visito un lugar de estos y me estoy muriendo por volver a la vida nocturna, por cierto ¿A dónde me llevas?
- pensaba llevarte a club “47 degrees” es muy interesante y…
-Quiero ir a un lugar nuevo del que escuche hoy mientras paseaba por la ciudad- la interrumpió Savannah-es el “rojo terciopelo” ¿sabes donde es?
Mac se puso de un color escarlata cuando escucho el nombre, recordando a Harm y sus sueños vividos, eso no pasó desapercibido para Savannah- ¿Qué?- pregunto al ver el rostro de Mac y, al reconocer la reacción cambio de tono- Dímelo todo y dímelo ya
- Nada. Yo, no pasa nada- respondió con voz aguda, al ver la mirada “me lo dices por las buenas o las malas” de su amiga se confesó- ahí conocí a alguien y…
-¿es guapo o mínimamente atractivo?- la interrumpió- Bailaste con ‘él? Júrame por Dios que mínimo le diste tu numero telefónico ¿Qué pasó? ¡¡Dime!!!
-Dime desde cuando estas tan interesada en mi vida sentimental?
- desde que comenzaste a salir con la serpiente ponzoñosa de tu ex y yo te dije que no era el adecuado pero tú, como siempre no me hiciste caso, ahora responde a mis preguntas
- ¿en ese orden? Si, no, si y nada mas
Savannah volteó los ojos- eres igual de expresiva que un telegrama
Mac río
- tu me dijiste que respondiera a tus preguntas y eso hice.
La conversación se dio por suspendida cuando llegaron al estacionamiento del club, ubicado en la parte trasera del lugar.
Al salir del vehiculo Mac tuvo una sensación extraña que le recorrió la columna como si una serpiente helada se enredara en su espalda, giró en todas direcciones pero no vio a nadie, de modo que pensó que era delirio de persecución y se convenció aun mas cuando su amiga parecía no sentir nada.
Y eso que ella era un detector de peligro andando. Mac intentó mantenerse relajada y respiró hondo, pero esa sensación de seguridad se desvaneció totalmente al encontrarse de pronto atrapada entre la puerta de su automóvil y el pecho de un hombre que le apretaba la garganta con una sola mano mientras con la otra la mantenía inmovilizada.
-Miren quien esta aquí- dijo el hombre con un pesado acento griego, Mac no sabia a quien se dirigía hasta que otra voz le respondió.
- La encontramos y sin esforzarnos mucho, nuestra señora encontrará esto muy agradable
- Todo esta muy bien, ya encontramos a la presa pero ¿Qué hacemos con la otra humana?- preguntó una voz femenina cantarina
El tipo que sostenía a Mac respondió con una sonrisa en el rostro, como si viera una película cómica- hoy cumples años ¿verdad Anielka? Tómala como regalo de cumpleaños
Se escuchó que “Anielka” comenzó a reír de satisfacción mientras Savannah pataleaba y luchaba, pero otro hombre la sostenía por la cintura- Feliz cumpleaños a mi, feliz cumpleaños a mi- comenzó a canturrear la mujer, aunque el termino le quedaba un poco grande ya que no parecía tener mas de quince años.
Mac intentaba pensar en lo que querían decir este tipo con el termino “tomar”, sin reparar mucho en todo lo que había ocurrido o escuchado.
Mientras esperaba lo peor y se preparaba para intentar luchar (aun cuando el tipo no le dejaba mucho espacio de acción) escucho como se rasgaba la tela de alguna de las prendas que llevaba puesta su amiga, Mac cerro los ojos cuando escuchó un gemido de dolor procedente de Savannah, pero los abrió como platos e intento girar la cabeza cuando escucho un grito lastimero por parte de “Anielka” rasgo el aire- ella… ella…. La… ella- solo decía la chica que hacia un segundo estaba lastimando a Savannah y al siguiente parecía que le habían dado una descarga electrica; la chica se alejo de sabana limpiando de la boca manchas de “¿Sangre?, imposible” pensó Mac “la chica no ha recibido ni un golpe”
Acto seguido la chica cayó al suelo como si la hubieran empujado y murmuro “Sacerdotisa” o eso creyó haber escuchado Mac.