Esa noche
Departamento de Mac
El dia pasó en medio de bruma, Mac no supo exactamente como había llegado a casa pero ahora eran las 8 de la noche y estaba al punto de la histeria, no tanto por su cita (aunque si en gran parte) sino por el hecho de que se acababa de dar cuenta de que había cometido el peor error de su vida: presentar a Harriet y a Savannah.
Desde las seis de la tarde que había abandonado el Jag, las había tenido a ambas detrás de ella como abejas tras la miel. El único momento que se las había despegado fue cuando se había bañado, pero al salir ya las tenia junto a ella dispuestas a trabajar mientras parloteaban sobre la buena fortuna de Mac.
A las 8: 58 llegó al móvil de Mac un mensaje de texto:
Mi bella dama, estoy llegando a tu encuentro.
Cuando Mac leyó el mensaje el calor en sus venas se incremento varios grados, lo cual hizo que sus mejillas se enrojecieran. Cuando una de sus “queridas” acompañantes vio esto le quitó el móvil
- Déjame ver que tienes ahí- chillo Savannah- ¡es tan lindo!- dijo después de leer las sencillas palabras
- ¿Quién es tan lindo?- preguntó Harriet regresando de la cocina. Savannah le dio el móvil, ante lo cual Harriet comenzó a soltar pequeños grititos de felicidad y a balbucear cosas como “¡es tan lindo!¡ y mira esa forma de hablar es muy a la Jane Austen ! ¿No será la reencarnación del Sr. Darcy?”
Mac solo pudo reír nerviosamente y lamentarse en sus adentros por ese par de amigas que se había agenciado.
A las nueve en punto se escucharon unos pasos en el pasillo y, segundos después, unos golpes en la puerta; para ese momento Mac ya estaba bastante nerviosa, Harriet híperventilando y Savannah extrañamente calmada, esta ultima fue la que abrió la puerta.
- hola Harm, buenas noches, pasa- lo recibió con mirada cautelosa
- Buenas noches Savannah, es un gusto verte de nuevo ¿ya esta lista Sarah?
- ya lo estoy Harm, buenas noches- él giró a verla y por un momento perdió la compostura: Mac llevaba puesto un vestido púrpura entallado y brillaba con luz propia.
- yo…mmm… buenas noches Mac, estas muy hermosa
Mac se sonrojó hasta la punta del dedo chiquito del pie- gra… gracias- al ver a sus amigas con sus rostros expectantes e intentando decir algo Mac tomó una decisión- ¿nos vamos?
- Como gustes- acto seguido le extendió la mano en gesto cortés y, sin pensarlo siquiera, Mac la tomó, sus dedos se notaban fríos pero nada muy alarmante si tomabas en cuenta que eran finales de noviembre y él acababa de estar a la intemperie.
Cuando llegaron a la calle, justo enfrente de la entrada al edificio de Mac, estaba aparcado un Porsche 911 GT2 negro –mmm ¿es tuyo?- preguntó Mac al ser el único auto que no reconocía y el suficientemente estrafalario como para no encajar con el aire modesto de su calle.
-Sí- sonrió el como un niño que presume su juguete mas preciado, antes de abrir la puerta a Mac.
El viaje en automóvil transcurrió en un apacible y nada incomodo silencio, interrumpido en pequeños momentos por Harm, quien le preguntaba a Mac acerca de ella y su trabajo.
En menos tiempo del que Mac pensó que se tomaría, llegaron a un lugar primoroso justo a un lado del parque.
- Buenas noches soy Bianca y seré su mesera ¿gustan tomar algo?- preguntó la rubia mientras le lanzaba una mirada evaluativa a Harm después de que fueron colocados en el reservado.
- Sarah?- preguntó Harm ignorando a la chica
- Una tónica con limón- respondió tímidamente
- Yo quiero un vodka solo
- enseguida se los traigo ¿puedo decirles los especiales?
- De acuerdo- e inmediatamente la chica comenzó a recitar la lista interminable de platillos- durante todo el rato Harm nunca apartó los ojos de Mac, quien se sentía cohibida por el peso de la mirada de él que no apartó la vista ni cuando despidió a la mesera con la promesa de ordenar mas tarde.
- Por favor- susurró Mac mas para si misma que para él
- Dime
Mac le miró pálida e incrédula de que él la hubiera escuchado- ¿disculpa?
- dijiste por favor, por lo que yo te respondo que me pidas lo que desees
- yo… yo solo quiero que me dejes de ver de esa forma
Harm se inclinó hacia adelante sobre la mesa- ¿de que forma?- su voz era terciopelo oscuro
Mac bajó la mirada ruborizada- Me miras como si yo fuera algo comestible
- y sumamente deseable- ronroneó él- de esa forma te veo
- yo… para por favor- por alguna razón Mac se sentía indefensa ante él.
De pronto el ambiente se enfrió como si una ráfaga de viento les hubiera golpeado. Mac aun no se recuperaba de la sensación cuando vio a Harm cambiar totalmente; hace un segundo una expresión facial que podía poner a toda la población mundial a sus pies y, al siguiente instante su rostro se había transformado: su facciones se habían endurecido y su piel había cambiado de un bronceado hermoso a un pálido casi ceniciento y, sobre todo sus ojos habían cambiado; solo una vez antes Mac había visto esos ojos.
-¿Qué demonios…? – apenas pudo articular antes de que él la tomara del brazo y la sacara del restaurante casi arrastrándola “están aquí” creyó haber escuchado que él dijo cuando alcanzaron el estacionamiento cuando, de la nada tres mujeres y un hombre surgieron de la oscuridad
- Buenas noches Derek ¿Compartes tu cena o eres egoísta?- dijo una mujer escandalosamente atractiva mientras daba un paso a la luz, sus ojos eran de un color blanquecino lechoso, al igual que el de sus acompañantes
- Buenas noches a ti también Kari ¿sigues sacando a pasear a tus mascotas o solo te siguieron?
…..
- Siempre tan encantador Derek ¿de donde sacaste a tu juguetito? ¿del basurero?- se rió la mujer mientras jugaba con sus uñas
- Cálmate Kari, que yo contigo no tengo ningún problema y no quiero ahora comenzar a tenerlos ¿estamos?
- solo decía Cariño, mis niñas te extrañan y te quieren ver ¿Cómo puedes ser tan malo como para negarles ese placer?
Mac veía el intercambio verbal sin comprender ¿Por qué había llamado esa mujer a Harm con otro nombre?¿ Derek? Antes de pensar más, Mac vio como los ojos de la mujer centellearon con furia; en un momento estaba a más de dos metros de ellos y al siguiente estaba detrás de ellos dándole un golpe en la espalda a Harm.
Mac intentó gritar, pero una de las mujeres le puso una mano sobre la boca - Cállate o te rompo el cuello ¿comprendes lindura? Vales más viva que muerta, pero no me fastidiaría en nada darte muerte.
Mac intentó darle un golpe en el costado, pero fue como si sus manos estuvieran golpeando concreto y, al oír un chasquido se dio cuenta que se había roto la muñeca - ¿ves lo que pasa ahí?- le preguntó otra mientras le apretaba el rostro con fuerza hasta el punto de clavarle las uñas en las mejillas – tu supuesto protector va a ser asesinado por estupido.
A solo unos pasos se desarrollaba una pelea a muerte entre Harm y Kari; Mac no sabía de donde habían sacado armas pero ahora Harm tenía un par de dagas en las manos mientras que la mujer tenía una especie de cuchillo dentado en la mano izquierda, el cual clavó en el hombro derecho de Harm en medio de un giro digno de una coreografía elaborada.
Se escuchó un gemido lastimero mientras Kari hundía más su arma en el hombro de Harm para después sacarlo haciéndole mas daño en la herida.
Sangre oscura comenzó a salir del hombro de Harm mientras colgaba en un ángulo extraño.
– le diré a Claudio que de todos los cobardes tu eres el traidor- dijo Kari mientras volvía a atacar a Harm, esta vez derribándolo- no puedo creer que semejante debilucho haya sido alguna vez el jefe de la guardia, el gran Derek miembro de la casa de los ocho espíritus ha sido derrotado por mano de una mujer- Kari rió mientras se inclinaba sobre el para darle el golpe final- ¿te he dicho que mi cuchillo esta echo de plata? Un golpe más y estas muer…- no pudo terminar de hablar ya que Harm le había clavado una de sus dagas en el pecho, justo sobre el corazón
- ¿te he dicho que mis dagas son de plata?- dijo Harm mientras retorcía la daga en el pechó de Kari y ésta se deshacía en el aire.
A continuación Harm se levanto con fluidez del suelo mientras les daba una mirada mortífera a los restantes y una sonrisa cruel se dibujaba en su rostro- ¿alguien mas quiere jugar?-antes de que siquiera parpadearán el hombre cayó al suelo con una daga en el pecho y se desintegró al instante.
La mujer que sostenía a Mac corrió hacia los árboles que rodeaban el restaurante mientras Harm apuñalaba a la otra, quien acto seguido corrió en su búsqueda, minutos después volvió al estacionamiento solo para desplomarse en el asfalto.
- ¡Harm!- gritó Mac mientras corría a verlo, él estaba muy pálido y se veía muy débil- Dime que hago por ti, ¿llamo a emergencias?- Acto seguido buscó su móvil y comenzó a marcar cuando Harm murmuró- llama a Laila, por favor a Laila, médicos no
-Harm debo llevarte a un medico- gritó Mac.
Harm negó con la cabeza- Laila, ella sabe lo que…- no dijo mas, quedó inconciente
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