Febrero 1947
Nueva Orleans, Louisiana
Mardi Gras
Las calles del barrio francés vibraban de luz y magia gracias a las fiestas de la ciudad, además estaban atestadas gracias a los lugareños y turistas que habían llegado a relajarse con las celebraciones del Mardi Gras, pero esto no le importaba a Derek Jefferson, quien buscaba en ese momento a su amor, a Helena Saint Matthew. Tras buscarla algunos minutos entre la multitud que iba y venia a los restaurantes y bares, él la vislumbro sentada en una banca de la plaza Jackson, vestida con un moderno vestido amarillo y al menos una decena de collares amarillos y púrpuras.
- Me has esperado por mucho?- le preguntó el al oído mientras se acercaba a ella por detrás
- Derek!!! Me asustaste- le contesto poniendo una mano en su corazón
- lo siento mi amor ¿me perdonas?
Ella fingió pensarlo- tu sabes que te lo perdonaría casi todo y sabes por que?
- porque me amas con locura?
- no precisamente, simplemente no puedo soportar verte con esos ojos abatidos durante mas de diez minutos, aunque también tiene merito el que te amo
-y tu sabes que también te amo?
- lo se, se que me amas pero…- eso no me quita de la mente el que piense que me ocultas algo pensó Helena
-… algo como que?- le preguntó el
- Disculpa? Yo… no dije nada
- No? Tu claramente dijiste “eso no me quita de la mente el que piense que me ocultas algo”
- no lo dije
-si lo dijiste
- Esta bien, pretendamos que si lo dije asi que responde ¿Qué me ocultas?
- Crees que te oculto algo- la miro con una mirada de inocencia bastante creible
-Honestamente? Si- respondio sin detenerse a pensar un minuto
- Y como que crees que es?- le pregunto jugando con un rizo de su cabello color chocolate
- no se, un secreto ¿Cómo puedo saberlo? Solo dime ¿eres casado? Si es asi debes decírlo ahora
El rió- no lo soy, nunca le haría semejante maldad a tan bella dama
- entonces que ocurre, dímelo por favor, nos hemos estado viendo desde hace mas de un año y aun no se casi nada de ti.
- dime que quieres saber?
- por que entraste esa noche al restaurante?
- iba a ver a unos amigos- como le iba a confesar a ella mi delito? Pensó Derek
- pero ellos nunca llegaron
- no, después me explicaron que tuvieron un problema- estaban muertos o en proceso de estarlo
-Que clase de problema?
- No sé, no me explicaron ¿Por qué tanta curiosidad por esa noche?
- Solo me preguntaba quien soy yo para ti?
- mi existencia entera
- de donde eres
- Londres
- no me engañas, no eres de ahí, no tienes acento
- Salí de mi país hace mucho tiempo, ya perdí mi acento
- Hace cuanto tiempo saliste de tu país?
- Mucho
-Derekkk
El suspiró, tarde o temprano deberia decirle la verdad y que mejor momento que ahora, cuando ella le preguntaba aunque Helena no sabia lo que se le avecinaba- Esta bien, te voy a decir toda la verdad acerca de mi persona pero no aquí- le contesto mirando alrededor, Helena observó como los músculos de su cuello se tensaba y sus manos se cerraban en un puño
- Entonces donde?
Derek la tomó de la mano y se la llevó casi a rastras de la plaza y la llevo a un lugar alejado en Bourbon street, donde el tenia estacionado su automóvil; mientras el le abría la puerta del auto se dio cuenta de que ella le miraba fijamente- A donde me llevas?- le preguntó-
-A mi casa – le contestó secamente- ahí podremos hablar sin problemas.
Poco a poco Helena se dio cuenta de que abandonaban el Barrio Frances y se dirigían al Garden District, a los pocos minutos estaban frente a una gran mansion blanca con jardines primorosamente cuidados
-Vives aquí?- pregunto ella con duda, era cierto que ella nunca le habia preguntado donde vivia pero por su aspecto y edad ella hubiera pensado en un departamento pequeño no en una gran mansion que parecia haber salido de un cuento de hadas, sin mencionar que era evidente la presencia de una mujer en el cuidado de los jardines.
Al entrar a la mansion la vista le dejo muda: el living era un espacio abierto de grandes dimensiones coronado con una araña dorada adornada con piezas de cristal que sostenia al menos una docena de velas que brillaban ante la oscuridad reinante en el resto de los espacios de la residencia, los cuales debian ser el comedor, la cocina y lo demas que tuviera Derek ahí.
Helena dio un brinco al escuchar la voz profunda de Derek _Puedo ofrecerte algo de beber?-
-No gracias yo… - Perdio la voz cuando vio que él se alejaba de ella y se adentraba a las sombras, minutos despues regreso con una copa de lo que parecia ser vino tinto.- Ahora si podemos hablar?- le pregunto parandose frente a él
- Primero sientate y ponte comoda- ella se sentó en un sofa color crema mientras el tomo asiento en una silla de madera frente a ella, Helena notó que el perfecto rostro de Derek se oscurecía tras una mascara de serenidad y sus vibrantes ojos azules parecian adoptar una tonalidad parecida al negro.- Antes que nada- continuó el- quiero pedirte que mantengas la mente abierta ante lo que quiero decirte, para mi es muy difícil confiarle esto a alguien porque es una carga muy difícil de llevar pero contigo no quiero tener secretos, simplemente recuerda que te amo con todo el corazón y lo seguiré haciendo por toda la eternidad
-Por favor ya dimelo, me estas asustando ¿mataste a alguien? Dime, lo que sea podemos solucionarlo-
-¿Recuerdas el dia que nos conocimos?
-Por supuesto ¿a que viene eso?
- Ese dia ha sido el mejor que he tenido en toda mi existencia ¿quieres saber por que?
Helena estaba cada vez mas confundida pero decidio seguir el rumbo de los pensamientos de Derek para averiguar a donde se dirigian- Si
- Porque ese dia yo habia pensado terminar con mi sufrimiento de una vez por todas, ya no podia seguir caminando entre los tuyos, queriéndome sentir de nuevo un mortal a sabiendas de que no es posible- Derek guardó silencio a la expectativa de una respuesta por parte de Helena, quien habia estado muy callada aun con la mención de “los tuyos” y al referirse a los “mortales” hasta que al fin reaccionó.
- Que quieres decir con “mortales”?- pregunto deseando no escuchar la respuesta
- Lo que eres tu y tu madre, lo que ha sido tu abuela y, si tomas una sabia decisión lo serán tus hijos.
- y..y tu? ¿Tu que eres?- pregunto Helena con la voz temblorosa
- No tienes por qué preguntármelo porque ya lo sabes, tu mente te lo ha gritado desde el día que nos conocimos, por eso no confiaste en mi cuando me acerque a ti ni cuando comenzamos a vernos, esa vocecita que te decía que te alejaras de mi era tu instinto de supervivencia gritándote que te alejaran del enemigo antes de convertirte en su presa- al ver que Helena no reaccionaba el continuó hablando- Déjame decirte algo mas sobre mi; nací en 1705 aproximadamente en el seno de una familia poco favorecida en Londres, fui el menor de ocho hermanos que vivieron y murieron a muy corta edad, Ninguno pasó los treinta años a excepto yo que llegue a los 37, en esta época me consideran en lo mejor de mi vida mientras en ese tiempo era considerado un abuelo- río sin alegría- y en esa edad fui convertido.
Por fin Helena reaccionó- Convertido? ¿En que?
- Tu lo sabes, solo debes decir la palabra- le respondio con voz sedosa
-¿Cuál?
- Aquella que describe lo que soy, comienza con V
-Vampiro- susurró ella mientras su mente trabajaba a mil por hora poniendo en orden y coherencia lo que acababa de decir Derek asi como comparaba y daba vida los sucesos desconcertantes durante el año que había compartido con el. Esa era la razón por la que solo se veían después del atardecer, era el por qué de los habitos extraños de Derek, era el por qué de su hermetismo. Derek. Vampiro. Sangre. Derek es un vampiro y se alimenta de sangre.
-Solo puedes ingerir sangre o puedes comer otras cosas
-Solo sangre y en algunos casos agua
-Entonces debo suponer que lo de la copa no es vino
-Exacto- A Derek le parecía extraño que lo hubiera tomado con tanta calma como si no fuera nada hasta que la vio tomar su bolso y correr hacia la puerta- A donde vas?
- A cualquier lugar, donde sea pero lejos de ti
-pero yo…
Ella le cortó gritando- ¡¡ alejate de mi maldito, hijo del Diablo!!! ¿Cómo pudiste engañarme así??? Seguramente me embrujaste para que pudieras tomarme y alimentarte de mi ¡¡Confiésame cuantas veces te has alimentado de mi!!!
-Ninguna, yo te amo, yo… sé que tu me amas
- yo no puedo amar a un muerto, a un maldito, eres una aberración, tu existencia esta contra lo que Dios dice eres ….
-El mismo que era hace un rato- le tomo del brazo- créeme Helena yo soy el mismo hombre que conociste y que te dijo ayer que te amaba yo quiero estar contigo
-yo no te conozco ¡suéltame! Nunca vuelvas a buscarme que encontrare la forma de matarte
Después de esto Helena salio de su vida y con eso se llevo gran parte de su corazón.
……..
Capitulo 1
Época actual
Virginia
-¡ Hermoso!¡Brillante! ¡Estupida Sarah Mackenzie! ¿Cómo pudiste ser tan ciega? Ahí estaban las señales, todo a simple vista y servido en bandeja de plata pero ¡no! La señorita aquí presente se creo omnisapiente acerca de las costumbres de su ex_ casi marido y ¿que ocurrio? El maldito te dio una patada en el trasero y se metió en la cama de la primera que se le pasó enfrente ¡fantástico!- Mac suspiró- ¿Ahora que hago? Sin casa, sin casi marido y ¡¡¡ Buaj!!!- Mac comenzó a llorar sobre la caja que sostenía.
En un abrir y cerrar de ojos su vida había pasado de un sueño increíble a una pesadilla absolutamente real.
Primero, su novio/prometido/casi marido/hijo de“$% Mic Brumby le habia pedido que se casaran y después le había propuesto que se mudaran juntos, por lo que ella dejó su departamento para mudarse con él, vendió algunas, o mas bien, muchas de sus cosas y se fue a vivir con él en su departamento tipo caja de zapatos para que al cabo de dos semanas después del compromiso lo encontrara con una mujer en el apartamento y no precisamente jugando parchis.
Al momento Mac le había aventado el anillo, gritado que era un hijo de…, había hecho una maleta con algunas cosas, incluida su dignidad y se había ido al único lugar donde sabía que seria bienvenida: el hogar Roberts.
Mac no tuvo que decir nada cuando Harriet, su mejor amiga, abrió la puerta y le vio a los ojos; simplemente se tiró a sus brazos y lloró como una niña indefensa. Harriet no hizo preguntas ni exigió respuestas, hizo simplemente lo que cualquier amiga haría en esa situación: abrió la puerta, la dejó pasar, le dio su espacio, un lugar donde dormir, y tal vez en la mañana hablarían.
Al día siguiente Mac despertó con un dolor de cabeza marca “la vida me odia” y una certeza: tenia que comenzar de nuevo. Primero debía encontrar otro apartamento, mudar sus cosas de la cueva del infeliz y, sobre todo: huir de los hombres cual si fueran la peste.
-Pues bien?¿Vas a contármelo sola o tendré que sacártelo a cucharadas? Le preguntó Harriet al día siguiente mientras le ponía una taza de café enfrente
-Por donde quieres que empiece- le contestó Mac aun con los ojos cerrados
-Por el principio seria genial pero dadas las circunstancias presentes comienza por donde te apetezca
- bueno voy a hacerte el cuento corto; Primero: no me voy a casar así que tira, quema, destroza o dale a los perros esa cosa espantosa que tienes guardado en tu armario y que quiso ser mi vestido de novia. Segundo: A partir de hoy no tengo casa porque dejé mi apartamento por vivir en la ratonera de Mic con la rata de Mic. Tercero, y que va con el segundo: necesito la ayuda de tus contactos para buscar un nuevo apartamento donde vivir con mis únicas pertenencias que llegan a ser unos platos, una lámpara y el sofá-cama que tuve la inteligencia de no vender.
-Bueno Mac, yo te ayudo con gusto en eso de buscar apartamento y hasta una fiesta de mudanza podemos hacer pero en eso de disponer de tu vestido ¡no señora! Usted es la que se va a deshacer de el – Mac quiso discutir pero Harriet la calló antes de que dijera algo-y ni una palabra al respecto
Ese mismo día Harriet y Mac comenzaron a buscar el apartamento perfecto y gracias a los contactos de la primera, la búsqueda solo tardo un par de días; al final encontró el sitio ideal; buen vecindario, buen edificio, dos habitaciones sin incluir living, comedor y cocina , todo a un precio accesible y disponible de inmediato por lo que no tardó mudarse, lo que lleva al día de hoy, el día que Mac sacaba sus pocas pertenencias del apartamento de Mic mientras el cínico le rogaba y le imploraba otra oportunidad mientras le decía que la otra mujer fue un error de juicio.
Le hubiera perdonado todo si no fuera por aquella vocecita en su cabeza que le recordaba lo decia su madre: “si un hombre te engaña una vez ten la seguridad de que lo hará de nuevo”; así que tomo el resto de sus cosas, puso la frente muy en alto y sacó a ese hombre de su vida para siempre.
Para celebrar su decision, Harriet organizó una fiesta en el nuevo apartamento de Mac donde todas sus amigas, y una que otra desconocida fueron. Como atracción de la fiesta invitaron a una gitana, quien le leyó la suerte a todas las presentes, cuando llegó el turno de Mac las cosas se pusieron interesantes
- Anda Mac!!! Por favor ¿si?- le rogaba Harriet mientras la seguía por todos lados en su nuevo apartamento
- No, Harriet, no creo en eso y no voy a permitir que me hagan todas esas cosas que tu bien conoces ¿Por qué voy a dejar que una mujer loca me diga lo que todas quieren oír “Vas a encontrar un hombre bueno y vas a tener tres hermosos niños” son solo tonterías
- Aunque no lo creas esta mujer es buena, yo la conozco desde hace muchos años y no ha dicho nada que no se haya cumplido, es mas, una ves le pregunte por ti y tu relación con Mic, me dijo que no durarían
- ¡vaya! Me lo hubieras dicho antes de perder mi tiempo con ese entupido
- Por favor Mac, solo quiero ver tu futuro, no más, no menos
-¡Poca cosa pides!!
- Dale si? Hago lo que quieras
-déjame en paz
-no
-Harriet- pronuncio su nombre en forma amenazante y Harriet puso unos ojos de cachorro herido que quebraron la resolución de Mac- Esta bien, pero solo hoy y nunca más.
- Si, te lo juro- pauso y la miro misteriosamente- a menos que tú me lo pidas. Bueno que quieres que haga ella por ti: lectura de cartas, runas…
-¿no trae la bola de cristal?- preguntó mordaz
- No, pero si quieres mando a traerla- contesto la gitana, Mac giro los ojos mientras todas las asistentes se arremolinaban alrededor de ambas, la mujer le tomo la mano y comenzó a examinarla, cuando de pronto la soltó y le miró con ojos velados, por si esto fuera poco su voz se hizo profunda – Tres atardeceres antes del nacimiento de nuevo sol, los reyes del cielo se reunirán de nuevo en el mundo de los mortales para traer liberación a aquellos que han sido condenados a la noche eterna. Pero solo será a través de la elegida que lo eterno logrará lo imposible, a su lado luchará el guardián de la casa de los malditos quien protegerá a la promesa aun a costa de su propia vida para poner fin a la oscuridad reinante.
Eones han pasado desde que la última oportunidad surgió y muchos más pasaran hasta las estrellas nos concedan otra vez la posibilidad.
Mac intentó levantarse pero sus piernas no le respondieron, la gitana le tomo de las manos y le miró fijamente. “Mi niña hermosa, eres descendiente de una traidora pero el destino te da la oportunidad de ser la mediadora de algo maravilloso, de ti depende la suerte de muchos; vida y muerte serán definidos por aquel que vendrá de tus entrañas pero antes de que esto ocurra serás tentada tres veces a dejar tú destino, te imploro que no lo hagas, tu abuela antes de ti decidió hacerlo y le costó las alas a nuestro ángel negro… Reconoceras tu destino por la marca de los angeles en lado derecho de su espalda y la electricidad en sus ojos color del mar, el será tu compañero, su guardian y tu amante; solo la muerte y el fuego podrán separar sus lineas de vida y solo tu bondad podrá derribar sus murallas- Acto seguido la mujer se desmayó
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