La nieve blanqueaba las calles de Falls Church mientras Mac pasaba horas sentada frente a su escritorio revisando los resúmenes de sus casos actuales, ya era la segunda semana de Diciembre y ella solo estaba contando los días para las vacaciones de navidad, por primera vez en toda una vida iba a pasar el feriado lejos de la ciudad ya que Harm la había invitado a pasar esos días en una cabaña en las montañas.
- toc, toc- dijo Harriet desde la puerta, se le veía preocupada
-¿que te pasa Harriet? ¿Te sientes mal?- ella se veia realmente palida
- No es solo… no me mates Mac, solo soy la mensajera ¿ok?
Mac giró los ojos antes de contestarle- dime Harriet, lo que sea no puede ser peor de lo que ya he visto, suéltalo
Harriet torcía y retorcía su traje- ¿Te acuerdas de la rata Mick?- Mac giró los ojos de nuevo y le hizo señas de que continuara- bueno pues ….- el teléfono sonó en ese instante, la cara de alivio de Harriet fue extraordinaria
- Tienes una llamada de los juzgados, es urgente- dijo una de las chicas del conmutador
Harriet se veía realmente incomoda- creo que yo… creo que yo me voy, nos vemos- y se escabulló de la oficina como si alguien hubiera gritado fuego mientras Mac volvía al trabajo.
…….
Los golpes en la puerta despertaron a Harm de su letargo, eran las dos treinta de la tarde y el no debería estar despierto pero por alguna razón no podía quedarse en medio del sueño rejuvenecedor de los de su clase. Aun cuando tenia más de trescientos años no debía poder estar alerta a estas horas, era algo muy raro en él y, sobre todo en los seres nocturnos que conformaban su especie.
Algunas partes de las leyendas eran ciertas, el vampiro no podía salir a la luz del día porque el sol lo rechazaba al reconocerlo como un ser no vivo así como el agua lo repelía y enfermaba. No es que el alguna vez hubiera intentado salir al sol, en ocasiones era depresivo pero definitivamente no era suicida.
- Una lánguida línea luminosa se dibujó sobre la alfombra mientras alguien abría la puerta de su dormitorio- Harm, te busca mi señora D’ Onoforio- este era Erik Ley, su ayudante y guardia diurno, él sabia lo que Harm era y no le importaba en lo mas mínimo. Harm había conocido a la madre de Erik, Amanda, cuando ella estaba embarazada del chico y había sido dejada por su cuenta cuando solo tenía 16 años.
Una noche gélida fue atacada por unos asaltantes y ellos no tuvieron misericordia de ella aun en si estado; fue dejada casi sin vida y con el cuerpo ensangrentado simplemente esperando la muerte. Harm la encontró y la llevó a un hospital, después la llevó a su casa para tenerla ahí como ama de llaves mientras le pagaba los estudios.
Harm veía a Erik como su hijo.
-dile que en un momento voy- contestó Harm con voz ronca mientras se levantaba de su cama y deambulaba por la habitación, a diferencia de otros vampiros el no dormía en un ataúd o una cripta sino en una habitación con pesadas cortinas oscuras que le protegían de todo rayo solar.
Cuando Harm llegó al living de su apartamento se encontró con una Aranza muy muy molesta - ¿Qué ocurre Aranza?
-¿Qué ocurre?¿QUE OCURRE??? ¡Harmon Rabb el mundo se cae a tu alrededor y ni siquiera te das por aludido!!!! Estamos a dos semanas de la fecha clave para la humanidad y tu te la pasas durmiendo mientras deberías estar preparándote.
Harm le miró con aburrimiento- ¿Qué más preparativos puedo hacer? Ya reservé el lugar, contacte la agencia de seguridad que me dijiste….
- ¿ya hablaste con el consejo?- preguntó Aranza monótonamente
El rostro de Harm quedó libre de todo color- ¿ por que demonios he de hablar con el consejo? Según yo recordaba y si no es que ya padezco senilidad nosotros estamos evitando al consejo.
- Por supuesto que los estamos evitando, pero ahora en especial necesito que te presentes ante ellos; ya llegó a oídos del consejo que Kari ha desaparecido y están investigando su muerte debido a que ellos piensan que esta relacionada con la Elegida y su protector por lo que esperaran que el ejecutor de la guerrera mas respetada y temida del clan de las tres espadas no se presente en el recuento anual.
- pero…
- sin pero que valga, por cierto necesito que vayas en este momento a ver a Jennifer y Amanda en este momento.
-¿te has vuelto loca? Aun es de tarde, ya sabes el circulo de fuego llamado sol esta en lo alto
- ¿y que?-preguntó Aranza con indiferencia
-¿y que Aranza?- preguntó Harm incrédulo- No quiero ser vampiro extracrujiente, todavía tengo varios siglos de vida por delante
-No te convertirás en tostada Harm, confía en mí, por alguna razón eres llamado en la profecía el rey de los cielos- dijo mientras se dirigía a la puerta- Si Sarah es la reina de la Luna ¿Qué serás tú? Piénsalo, por cierto tu querida Xiamara esta en la ciudad.
Harm no podría estar mas perturbado sin Aranza le hubiera dado una patada ¿él podría salir a la luz del día? Queriendo comprobarlo tomó sus llaves para bajar al estacionamiento.
-¿Dónde demonios crees que vas?- le gruñó Erik, quien lo detuvo antes de que saliera al pasillo
- Aranza me dijo que…
-¿Qué para alguien de tu edad el suicidio es la opción? Por favor no hagas una locura quiero conservar mi empleo.
- Callate niño, recuerda que te sirvo más muerto.
Erik pareció meditarlo mientras le seguí por los pasillos del edificio de apartamentos –Es cierto, pero mi madre me mataría si te pasa algo, ya la puedo escuchar – comenzó a hablar con una voz un poco mas aguda- “¿Como te atreviste a dejarlo salir Erik ¿no ves que ese murciélago se deshace en el sol cual helado en verano? Eres un desconsiderado y un tonto, ahora tendremos que deshacernos de las cenizas”
Harm se puso a reír mientras buscaba la puerta del estacionamiento, antes de abrirla suspiró- Si me pasa algo dile a tu madre que la quiero- antes de que Erik pudiera objetar o ponerse en medio Harm abrió la puerta y dio un paso hacia el sol, solo para sentir el cosquilleo propio de el sol penetrando en una piel hambrienta de calor solar.
…..
Oficina de Mac, En el pasillo
-Mac yo, de verdad necesito decirte algo y sé que te vas a molestar conmigo en cuanto lo sepas- seguía diciendo Harriet mientras caminaba junto a Mac a la hora del almuerzo
Mac detuvo su paso en el estacionamiento, ya frustrada por la letanía de Harriet- dímelo ya por favor y acabemos con esta tortura compartida.
Harriet tomó varias aspiraciones y cerró los ojos durante unos segundos antes de abrir la boca
- vaya, vaya ¿Quién esta aquí?- dijo una voz desde detrás de Mac- si es mi ex casi mujercita ¿Cómo has estado?- preguntó Mic
Mac sintió que la bilis se le subía por la garganta mientras lo escuchaba hablar – Desaparece idiota- dijo lo suficientemente alto como para que el lo oyera
-¡ey! Este país es libre y puedo hacer lo que quiera, además vengo por negocios no por ti ¿no de dijo tu comunicativa amiga?- dijo señalando a Harriet con la barbilla- voy a estar aquí un mes para solucionar unos problemitas
- pues me da gusto- dijo Mac con voz tirante
-¿te da gusto? Pensé que no querías volver a verme. Te lo dije antes y te lo digo ahora, nunca vas a poder reemplazarme, soy inolvidable para cualquier mujer
- yo no soy cualquier mujer estupido, cuando dije que me daba gusto no es porque estuvieras aquí, sino porque solo vas a estar aquí un mes. Y sobre lo otro dejame comunicarte que ya tengo novio.
- ¿ah si? ¿Quién es?
Como si lo hubieran convocado, un Porsche negro entró al estacionamiento y se detuvo en el puesto disponible a un lado del automóvil de Mac, a unos pasos de donde ella estaba parada. Con paso ágil y fluido Harm salió del vehiculo quitándose unas gafas de sol oscuras.
A Mac se le secó la boca al verlo ¿no se supone que los vampiros no salen de noche? Bueno, no es que ella fuera una experta en el campo pero ¡vamos! Tan siquiera una pequeña leyenda que fuera verdad. Aunque el no se veía para nada como un cuento de abuelas enfundado en esos vaqueros gastados grises y esa sencilla camisa blanca.
- Hola preciosa- dijo Harm con voz ronca al mismo tiempo que la acercaba a él y le daba un beso fugaz en los labios.- hola Harriet, que gusto- agregó mientras la cabeza de Mac daba vueltas.
-¿Quién es este Mac?- preguntó Mic con indignación en su voz
- Te lo dije, es mi novio- contestó Mac mientras acomodaba su cabeza contra el pecho de Harm y el la rodeaba de nuevo con sus brazos- Harm te presento a Mic Brumby.
Los ojos de Harm llamearon- ¿es él el perro que te dejó?- Mac le respondió asintiendo, por lo que él miró duramente a los ojos a Mic- te partiría la cara por hacerla sufrir si no fuera por ti que la conocí, así que solo te diré que no sabes de lo que te pierdes- pausó un momento para dirigirse a Harriet- ¿te importaría si me la secuestro para almorzar? Te la devuelvo en un rato.
- Por supuesto Harm, llévatela que de todos modos debo esperar a mi marido.
Acto seguido Harm dirigió a Mac a su Porsche ante la mirada enfurecida de Mic.
Ya cuando estaba en caminó Mac habló- gracias
-¿por qué?- preguntó Harm con sinceridad- yo no hice nada más que constatar un hecho.
- llámale como quieras pero me salvaste ahí y por eso te estoy agradecida. Por cierto ¿Cómo es que estas aquí si se supone que los vampiros y el sol no se llevan?
Harm se removió incomodo en su asiento- yo no soy como todos los vampiros- contestó con una media sonrisa
Mac giró los ojos- eso ya lo sé pero ¿no son alérgicos a ello?- Harm le respondió afirmativamente - ¿entonces como es que estas aquí?
-Honestamente no sé, si lo supiera te lo diría, pero no sé