Antes de poder siquiera hilar otro pensamiento mas, Mac vio impotente como el tipo numero dos tomaba a Savannah del brazo, la giraba hacia él descubriéndole el cuello ensangrentado, subía sus dedos hasta la oquedad que tenia tras la oreja y miraba ahí, él tipo murmuro “ciertamente, Sacerdotisa”
El que sostenía a Mac apretó su agarre y la elevó sobre sus pies hasta que quedaron mirándose frente a frente -¿así que sales protegida? niña tonta, tú y tus estupidas ayudantes no pueden detenernos.
Mac estaba 99% segura de que el tipo la iba a asesinar en ese momento cuando vio que al final del callejón se dibujaba una sombra a contra luz y esta se acercaba peligrosamente rápido.
Antes de volver a pestañear ella vio como esta sombra atacaba por detrás a su captor, quien no había notado la presencia, y este caía de forma aparatosa hacia el suelo, mientras ella se impactaba contra el asfalto.
-¿será que este bien?- se escucho una voz femenina preocupada
- creo que sí, solo es una contusión por el impacto, no huelo sangre- contesto una voz masculina
- esperemos que esté bien, solo hay que vigilarla un par de días
- no debiste traerla aquí, es muy peligroso- la voz masculina se aceraba con cada palabra a un gruñido
-¡hey tú! ¡Relájate! Yo no sabia de quien era dominio este lugar, sino ni siquiera me hubiera atrevido siquiera a insinuarlo
-vale, la culpa es compartida, se supone que ella debía pasar esta noche conmigo, esto es muy arriesgado
- y se supone que yo debo protegerla y ¡mira! Mi primer dia de misión y ya fui mordida.
-pues cuídate, todavía nos quedan tres semanas antes del gran dia y después de eso los nueve meses.
- lo sé vampiro, la lucha va a ser larga y ya no te soporto
- El desagrado es mutuo, mortal- contestó la voz masculina con sorna
El dolor le atravesó como un relámpago en medio de una noche de tormenta: frío y voraz; por un instante Mac sintió que había dado con la madre de los dolores de cabeza hasta que intento moverse y se sintió mucho peor. ¿Dónde estaba? Definitivamente ya no estaba contra el pavimento ni en la calle ya que sentía una corriente continua de aire caliente recorriéndole el cuerpo y, cualquiera que fuera el lugar donde estaba recostada era increíblemente cómodo.
Poco a poco intentó abrir los ojos, pero el resplandor de las lámparas le hizo cerrar los ojos violentamente.
-creo que ya esta regresando- dijo una voz calida, Savannah- ¿ha sido placentera la siesta cariño?- le preguntó con dulzura mientras le tomaba de las manos
Mac le miró interrogante y pregunto con voz rasposa- ¿Qué pasó?
Savannah le miró recelosa- ¿Qué versión quieres?¿ La resumida o la extendida?
- Resumida
- nos asaltaron tres tipos pero este bombón de aquí- Savannah señaló a Harm, en quien Mac no había reparado hasta ahora- nos ayudó.
Mac intentaba reunir en su mente los fragmentos de lo que recordaba- tu cuello ¿no estas…?Recuerdo que te hicieron una herida en el cuello
- debo decir aun en contra de mi orgullo que no fueron tres tipos, sino dos y una cría y esta me arañó el cuello, nada importante- encogió los hombros y Mac se percató de la gasa en el cuello de Savannah- y antes de que lo preguntes, te desmayaste y te diste un buen golpe contra el asfalto, nada grave, pero por unos días deberás tener cuidado en como te peinas.
Mac asintió mientras se sentaba con dificultad, el lugar donde estaba recostada era un sofá -¿Dónde estamos?
- en la oficina del club- contestó Savannah- te repito, el bombón- por alguna razón Savannah ladeaba la boca en una mueca cuando decia bombon - nos salvó, nos trajo aquí y nos prestó su oficina mientras descansabas
- disculpa los agravios- dijo Mac a Harm, quien estaba al otro lado de la habitación.
Él se acercó hasta el sofá y se inclinó hacia ella- no hay nada de lo que debas preocuparte, era mi deber y un placer para mí servirte.
Mac se sonrojó ante la mirada penetrante de Harm y la cadencia de su voz- yo… mira… yo… te agradezco lo que hiciste pero debemos irnos
- por supuesto, debes ir a casa a descansar ¿puedo preguntarte algo?- Mac asintió mientras sentia que su craneo era acariciado por unas uñas de metal helado- me harías el honor de acompañarme a cenar mañana
Mac se sintió mareada de pronto, no sabia si era por el golpe y el hecho de que se había puesto de pie, o era porque el adonis encarnado que tenia frente a ella le estaba pidiendo una cita- yo… eh…- aspiro profundo antes de contestar ¿Por qué se sentía como una colegiala?- estaré encantada de acompañarte a cenar
La sonrisa que se dibujo en el rostro de Harm fue deslumbrante y Mac podía jurar que si en ese momento ocurría un apagón esa sonrisa seria suficiente para alumbrar toda la ciudad durante horas- paso a buscarte a tu asa ¿esta bien para ti a las 9?
Mac solo pudo asentir de nuevo, a pesar del dolor, completamente segura de que tenia el rostro de un rojo vivo.
Harm las acompaño hasta su auto y, cuando fue el turno de despedirse de Mac, ella estaba absolutamente nerviosa- Buenas noches mi hermosa dama- dijo en tono seductor
- Bu… buenas noches Harm- tartamudeo Mac
- que tengas dulces sueños, nos veremos mañana- acto seguido tomo su mano para darle un beso en ella, solo que al acercársela a los labios le giro la muñeca para exponer la cara interna de esta y le dio un beso ahí, justo sobre donde el pulso de Mac se aceleraba.
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